viernes, 18 de junio de 2010

¿Quién explota a quién?

TEMAS Venezuela
Opinión
del 18 al 24 de junio de 2010

¿Quién explota a quién?
Maglene Sierraalta

El Comandante Presidente ha tomado para sí el problema de la vivienda. Ha dicho que lo considera algo personal. Una vez más, Hugo Chávez acrecienta las esperanzas a las familias desposeídas de vivienda.
No obstante, debemos recordar que el problema presenta diversas aristas que requieren de una solución estructural la cual podrían incluir: construir nuevas viviendas, combatir la especulación en las ofertas de venta, solventar la problemática de los inquilinos en los edificios viejos, otorgar créditos blandos para acceder a la propiedad, y aprobar una nueva Ley y reglamentos adaptados a la realidad social de un pueblo que no tiene como pagar una cuota inicial, ni soportar intereses agiotistas, que lo han obligado a ser inquilino desde tiempos inmemoriables.
Además se requiere de una Dirección de Inquilinato, eficiente y eficaz, que sea de los nuestros y que no vire los ojos hacia los propietarios. No estaría demás pensar en la creación de una Superintendencia Nacional Inmobiliaria, que sirva para monitorear el sistema inmobiliario y que entre sus funciones esté la de minimizar las estafas que pululan en el sector.
Esta Superintendencia podría servir para generar un modelo de contrato inquilinario o revisar uno, para así evitar una relación arrendaticia leonina. En fin, supervisar todo lo que se refiera a venta y alquiler de viviendas, habitaciones particulares, residencias estudiantiles, casas de vecindad, locales comerciales, anexos y otros.
Esta Superintendencia luce necesaria dada la ineficiencia demostrada por la Dirección de Inquilinato y las diferentes Alcaldías, a nivel nacional, que aceptan avalúos a precios del mercado neoliberal capitalista. Esto encarece la regulación del arrendamiento en viviendas, residencias estudiantiles y locales comerciales.
Por último, quiero mencionar la costumbre de utilizar a los “viejitos y viejitas” para satanizar a los inquilinos. Es cierto, existen personas que en la cuarta república adquirieron inmuebles, fruto de su trabajo, para explotarlos en rentas y vivir de ellas en su vejez. Pero, lamentablemente todos no son santos. ¡Explotador es explotador!
Conocemos casos donde, fuera de regulación, se explota al inquilino. Al estilo de ratoneras en apartamentos, casa y pensiones. los explotan cobrándoles rentas desde 1.300 bolívares hasta 3.000 bolívares y más. Es decir, tenemos “ancianitos inquilinos” que son explotados por “ancianitos propietarios” quienes ya tienen su pensión y jubilación.
¡La Revolución Social debe proteger al débil jurídico!