martes, 20 de octubre de 2009

¿Para quiénes se construyen las viviendas?

TEMAS Venezuela
Opinión
del 16 al 22 de octubre de 2009
¿Para quiénes se construyen las viviendas?
Maglene Sierraalta

Sentimientos de tristeza y enardecimiento chocan al escuchar como se puede maltratar a un o una compatriota cuando acude a buscar soluciones, a su penuría de vivienda, en un organismo encargado de prestar el servicio. Más aún si es un o una joven profesional quien acude a tratar de adquirir lo que no pudo su madre en la IV República; este revolucionario o revolucionaria ha sido estimulado para superarse tanto intelectualmente como socialmente.
Palabras como “Esa vivienda no es para tí; tú no perteneces a esa clase. Esas viviendas (en Montalbán y San Agustín del Norte) se construyen para la Clase Media Alta adinerada. Tú vives en una zona de alto riesgo; para ustedes existe otro tipo de viviendas”.
O sea, no podemos tener deseos de superación y nuestros ingresos no nos alcanzan para comprar viviendas socialistas.
Creo entender, dentro de mis sentimientos combativos, que nosotros iniciamos una lucha de clases. Mal puede entonces un revolucionario concientizado aceptar que se le “negree” con un discurso de esa naturaleza.
Estando en plena campaña para optar a cargos de Gobernadores y Alcaldes, escuché a un personaje expresarle con mucho tino a sus colaboradores: “Enamóralos; atiéndelos bien. Esa es tu gente; son tus votos”.
No obstante debemos recordar, a los políticos postulantes, que no pueden seguir enamorando al pueblo sólo en plena campaña. hay que seguirlo enamorándolo también después. Recordemos a Martí: “Amor con amor se paga”.
Un nutrido grupo de funcionarios públicos ostenta pobreza de humanidad, conciencia e ideología. Debemos aceptar y alabar que en este período ha mejorado notablemente el servicio de atención al ciudadano en nuestras oficinas gubernamentales; sin embargo, hay que profundizar más ese amor.
El Presidente Chávez fue quien inició el debate sobre El Socialismo del Siglo XXI, utilizando el viejo principio marxista “de cada cual según sus capacidades, a cada cual según su necesidad”. Constantemente nos predica sobre equidad y justicia social como principales criterios de distribución para nuestra sociedad.
Hagamos justicia, apliquemos criterios de distribución socialista y construyamos equitativamente ¡viviendas para todos! Necesitamos excedentes para abaratarlas.
Fruto Vivas con sus “Árboles para vivir” muestra que sí es posible realizar viviendas con insumos baratos, aclimatadas a nuestras regiones y áreas de esparcimiento. Pero nos empeñamos en construir viviendas al mejor estilo de regiones poseedoras de cuatro estaciones climáticas, consumidoras de energía.
Quisiera escuchar pronto “Hemos construido y entregado” y no seguir oyendo “Vamos a construir”.

Cuánto vale mi apartamento


TEMAS Venezuela
Opinión
del 9 al 15 de octubre de 2009


Cuánto vale mi apartamento
Maglene Sierraalta


Hablaba con un compatriota acerca de la especulación en las ventas inmobiliarias y llegamos a la conclusión de que vivimos un caos, fríamente calculado, en las ventas de viviendas usadas o viejas.
Las franquicias internacionales llegaron a Venezuela y con ello el trastorno de dueños y dueñas mediatizados. Es común escuchar “mi apartamento vale 800 millones; la franquicia me dió ese avalúo”. Nuestros hermanos compatriotas también caen en el engaño; se sienten orgullosos de la revalorización de su apartamento.
El amigo de los 800 mil bolívares fuertes, sin encomendarse a Dios ni al diablo, formaliza una venta a través de la franquicia, “por razones de seguridad”. Al final recibe lo que realmente le va a quedar por concepto del precio de su apartamento.
Se opera en él otra realidad: el apartamento soñado, por el cual decidió vender su vivienda, ya no se lo ofertan en un millardo cien. Ahora el monto exigido es un millardo quinientos, pero con el agravante de que a él no le entregaron los 800 completos y ahora tiene que buscar el remanente.
Adicionalmente, él ya utilizó la política habitacional; con el sueldo de su mujer no le alcanza porque eso es para la comida y los muchachos. De improviso percibe: tiene que entregar el apartamento que vendió, no consigue otro a su gusto y alcance para comprar. Reacciona: “¿Qué hago?”
Vivir alquilado ¡a pagar traspaso hermano! Otro agravante porque la nueva escena contribuirá a mermar lo que le quedó de la venta. Vendrá una nueva realidad: el paso de propietario a inquilino; el llamado mientras tanto que puede durar toda una vida.
Durante la IV República, los diputados de turno se dedicaron a despojar los artículos de los diferentes decretos y resoluciones que normaban el sistema arrendaticio. Cuando los leemos, encontramos que poco a poco fueron quitando o renombrando los diferentes factores para hacer el avalúo de los inmuebles.
Edad de la construcción, factor vital, fue eliminado igual que su calidad, existencia de servicios, zonas verdes, parques infantiles, jardines de infancia, escuelas, guarderías y piscinas.
La IV dejó en manos del registro inmobiliario los avalúos de inmuebles. Abandonaron el método científico de tasarlos; se plegaron a las normas neoliberales del mercado fijado por el capricho aspirado y satisfecho de los administradores, dueños, dueñas y las franquicias.
Los logros de la revolución bolivariana en viviendas están a la vista: Urbanismo Cacique Murachi, Mérida; Ciudad Caribia, Vargas; Cacique Tiuna y La Rinconada, Distrito Capital; Convenio Irán-Venezuela. Guárico. Pero queremos más, máxime ante la expectativa de 50 millones de habitantes.