martes, 25 de noviembre de 2008

Excesos de agua y lo que cobran

Maglene Sierraalta

INFORMACIÓN ÚTIL

Leemos en el Semanario EL82, que el MPPVH y el Indepabis estudian el diseño de normativas referidas a la problemática inquilinaria y condominios.

En estas dos áreas de vivienda, brincan de alegría y festividades la ESPECULACIÓN y sus acólitos. En el manejo de condominios, hicimos una investigación en las lecturas de medidores de agua en un edificio y descubrimos que el abuso en el cobro de cuotas de consumo de agua no era de Hidrocapital, sino de los administradores que reciben mensualmente el recibo de cobro de consumo de agua.

Se especula y cobran cifras abusivas, muchas veces con la anuencia de integrantes de las juntas de condominio. Siempre existen excusas: botes de agua, filtraciones y otros. Pero. si un recibo de Hidrocapital muestra un consumo real de Bs viejos 300 mil y cuando sumas todo lo que han pagado los habitantes del edificio te encuentras que les han cobrado Bs viejos 800 mil ¿Qué podemos pensar?

Hicimos la propuesta a Hidrocapital de "atomizar" el cobro del agua a cada uno de los edificios. Cobrar a cada uno de los apartamentos en forma individual. Esto iría a favor de la empresa del agua y de los consumidores a los cuales se les explota mensualmente con el consumo de la misma. ¡¡Eso quedó ahí....!!

Mientras tanto crece y crece la morosidad en los condominios en detrimento de la calidad de vida de los condóminos.

COMPROMISO

COMPROMISO
Publicado en el semanario EL82
Del Poder Popular para la Vivienda y Hábitat
Las Cuatro Columnas
Lunes 24.11.2008

Farruco Sesto

Por más que busco, no encuentro argumentos para sostener la lógica de los costos de producción de viviendas. Nada hay que los justifique. Tengo la convicción de que todo el soporte teórico y práctico de los costos es un puro invento, un cuento inflado, una burbuja abusiva y una fiesta de la especulación sin límite.

Ni la tierra, ni los insumos, ni los componentes, ni el transporte, ni los procesos constructivos, ni el financiamiento, si los analizamos descarnadamente y si los racionalizamos, justifican los costos de producción de viviendas actuales. Ni por lo que respecta a la vivienda que financia el Estado ni por lo que respecta a la que producen los promotores inmobiliarios. Y, por consiguiente, mucho menos se justifican los precios que la vivienda adquiere en el mercado.

Esto nos hace mucho daño a todos. Pues no solamente son las mayorías populares las que se perjudican con esto. También la llamada clase media. Todos nosotros, la casi totalidad de los ciudadanos, pues los ricos son muy pocos. De manera que, en mi carácter de responsable de un Ente Rector de la Vivienda, como lo es el Ministeriio del Poder Popular para la Vivienda y Hábitat, me veo obligado a tomar medidas contundentes para bajar esos costos.

Pienso que hay que reducirlos radicalmente a la mitad, o a menos de la mitad, y lo pienso absolutamente en serio.

Dicho esto, anuncio por consiguiente que vendrán batallas en los distintos campos de actuación que inciden en el universo de la vivienda. Batallas que serán duras pero, al mismo tiempo, felizmente, también incruentas. No habrá muertos en ellas y, si al cabo las ganamos, la totalidad del pueblo saldrá beneficiada.

Este es un compromiso del Ministro y de todo su equipo. No cederemos. Tenemos una obligación con Venezuela. Y Venezuela no es una abstracción.

Si queremos saldar la enorme deuda social en esta materia, tenemos que construir tres millones de viviendas nuevas en diez años. No hay masa de dinero que lo permita si nos manejamos con los costos actuales.

Calidad, cantidad y racionalidad de los costos, son tres premisas fundamentales para nosotros. Vamos con todo.