lunes, 14 de julio de 2008

¿Una casa?



Publicado en todosadentro – Sábado 12 de julio 2008
semanario cultural de la República Bolivariana de Venezuela
Farruco Sesto

¿Una casa? ¿Es algo más que un recinto con facilidades? ¿Es algo más que una solución a un requerimiento?

¿Cuándo se habla de vivienda, se está hablando de casa, al mismo tiempo? ¿Quiere decir lo mismo?

¿Qué es una casa para un niño? ¿Cómo recuerda un adulto la casa (o las casas) de su infancia? ¿Le sacude el alma el recuerdo?

A mi me da una oleada de nostalgia cuando cierro los ojos y recupero los seis años. ¿Tienen importancia los colores, los objetos, los ruidos, los aromas, los árboles, los alrededores?

¿Hay un patio? ¿Alguien recuerda algún patio de su infancia? ¿Y una ventana, una cierta ventana, un escondrijo, un mueble determinado?


¿Se le puede decir hogar a toda vivivienda, si que parezca una exageración?


La vivienda de los constructores ¿es la misma casa de los poetas? ¿El constructor ve la casa del mismo modo que el que la canta? ¿Por qué si o por qué no?


¿Guarda fantasma la casa? (quiero decir fantasmas nobles, figuras que ya no están sino en nuestro corazón, tal vez una abuela, algún personaje familiar un antiguo visitante) ¿Están allí todavía?


¿Es amable la casa? ¿Tiene algún tipo de personalidad? ¿Está adaptada al clima, al lugar, a la cultura de sus habitantes? ¿Es fresca en el calor? ¿Es abrigada en la lluvia?

¿Nos dice algo? ¿Sientes que ella te enriquece? ¿Sientes que ella se lleva bien con las otras casas vecinas?


¿La casa del pobre puede ser tan hermosa y entrañable como la del rico?

Y hablando de hermosura, ¿la belleza está reñida con la racionalidad? ¿Pueden acoplarse?

Lo que la casa, por alguna razón, no puede ofrecer ¿se lo delega al espacio público? ¿Se entienden uno y otra? ¿Pueden complementarse?

¿La casa es digna de este tiempo, como debiera?

¿Tiene virtudes de antes y del mañana? Es decir ¿Trae antiguas resonancias y al mismo tiempo habla el lenguaje contemporáneo? ¿Nos reconocemos en ella?

En fin…


Hoy atardecí borroneando estas cuantas preguntas desordenadas, un poco incoherentes, tal vez banales y anotadas a la carrera, que a uno se le ocurren cuando oye hablar de “Soluciones habitacionales”.

Pienso que, ante la tarea de construir cientos de miles de viviendas, es importante reflexionar un poco sobre la casa y, particularmente, sobre esa casa de todos a la que llamamos ciudad.